Técnicas de coaching para reducir el déficit de atención que generan las redes sociales

Las redes sociales han supuesto una revolución en nuestra manera de relacionarnos. Han aportado un gran número de ventajas relacionadas con la comunicación internacional, la viralización de la información y la adaptación a la globalización, pero no parecen ser tan beneficiosas para nuestro cerebro.

¿Cómo influyen las redes sociales en la atención?

Las apps, los chats y las distintas redes sociales se basan en las estrategias de las máquinas tragaperras para «engancharnos». Utilizan la gratificación inmediata e intermitente para generar en nosotros la necesidad compulsiva de comprobar novedades. Esto nos convierte en adictos.

En ese sentido, Gloria Mark comprobó en 2004 que tendemos a comprobar compulsivamente el correo electrónico y las redes sociales, recurriendo al teléfono entre 80 y 110 veces al día. Como resultado, nuestro foco de atención va saltando de una cosa a otra y nuestra capacidad de concentración sostenida se ve disminuida.

Hemos acostumbrado a nuestro cerebro a responder a estímulos rápidos, concretos y breves. Estas son las características principales de las redes sociales, en las que, además, todo es pasajero y de corta duración. Por ejemplo, los trending topics, las stories, los estados, los vídeos, etc., tienen un tiempo de vida corto, ya que enseguida surge otra novedad que lucha por conseguir nuestra atención.

Por otro lado, el acceso a apps que facilitan todo tipo de tareas supone a priori una ayuda eficaz, pero adormecen nuestro cerebro al evitarle los esfuerzos necesarios para mantenerse activo.

Todo ello ha generado una falsa capacidad multitarea. Falsa porque no es realmente posible hacer dos tareas simultáneamente que requieran un esfuerzo cognitivo (por ejemplo, hablar y escribir). Lo que sucede es que cambiamos rápidamente el foco de una tarea a otra repetidamente. Mark encontró en su estudio sobre la multitarea online en el trabajo en 2016 que, cuando trabajamos con un ordenador, cambiamos de pantalla o pestaña cada 47 segundos.

En conclusión, nuestra capacidad de atención ha empeorado, dando lugar a un mayor estrés, con un impacto negativo en productividad, rendimiento, creatividad, toma de decisiones, etc. Y esta falta de atención afecta todas nuestras tareas diarias, así como nuestras interacciones personales y profesionales.

¿Pueden las técnicas de coaching suponer una fuente de soluciones a esta problemática?

El coaching puede ayudarnos a recuperar y mejorar nuestra capacidad de concentración, y a superar nuestra adicción a las redes sociales. Para ello, dispone de diversas técnicas, entre las que destacan las siguientes.

➜ Entrenamiento en mindfulness o atención plena, donde se incluyen entre otras técnicas las siguientes:
· Prestando atención consciente: al caminar lentamente, contar hasta 10, o dibujar sin pensar en nada más, aprendemos a concentrarnos en el «aquí» y «ahora».
· Técnicas de observación consciente: enfocándonos únicamente en la tarea que realizamos y evitando dispersarnos.
· Otros métodos de meditación y yoga.
➜ Entrenamiento en uso responsable de redes sociales.
➜ Técnicas de observación consciente: enfocándonos únicamente en la tarea que realizamos y evitando dispersarnos.

Como vemos, el coaching brinda soluciones a las problemáticas surgidas por el uso de redes sociales para enfocarnos solo en sus beneficios.