Incluye la meditación en tu rutina diaria
La meditación y tu rutina diaria
La práctica de la meditación se ha convertido en una estrategia para ayudar a las personas a reducir sus niveles de ansiedad y estrés, incluso para aumentar su concentración. En la actualidad, ya forma parte del calendario organizativo de grandes corporaciones.
¿Qué es la meditación?
La meditación surgió hace miles de años, formando parte de la cultura de la India y otros países de oriente. Está asociada a religiones como el budismo o hinduismo, que utilizan la meditación como vía para desarrollar la calma y el equilibrio espiritual.
En actualidad, se considera una práctica probada por la ciencia y respaldada por la comunidad que estudia la psicología humana; forma parte de psicoterapias que mejoran cuadros depresivos y reducen el sufrimiento de personas con ansiedad. A continuación, te explicamos cómo implementar esta práctica en tu día a día y poder compaginarla con tu calendario organizativo.
¿Cómo introducir la meditación en tu rutina diaria?
Lo más aconsejable a la hora de iniciar tu práctica en la meditación, sin duda, es recurrir a un profesional experimentado que adecue y dirija tu aprendizaje de manera progresiva. Si no tienes esta oportunidad, te interesará este artículo con las claves para comenzar y poder aplicar la meditación en tu día a día.
1. Busca un lugar tranquilo donde te sientas cómodo y que te permita sentir al máximo la conexión cuerpo-mente.
2. Establece un tiempo determinado a lo largo del día para realizar la meditación. Inicialmente este tiempo puede ser de 5 minutos, aumentándolo progresivamente en la medida que progresamos en nuestra meditación. Recuerda, la constancia y la regularidad son aspectos claves. Es mejor meditar todos los días 5 minutos que un día a la semana 35 minutos.
3. Intenta lleva ropa con la que te sientas a gusto con todos los pequeños detalles que ayuden a mejorar nuestra relajación e impulsen nuestra concentración. El sentirnos cómodos en el ambiente aumentará nuestra capacidad de focalizarnos en los ejercicios a realizar.
4. Adopta una postura cómoda, recuerda que la base de la meditación es mantener una postura cómoda y erguida. Nuestro objetivo es sumergirnos en la práctica de la meditación despreocupándonos del cuerpo. No es necesario cruzar las piernas ni buscar posturas exóticas, simplemente sentados en una silla con respaldo será suficiente.
Haz que la meditación sea parte de tu vida
5. Llega la hora de relajarte, invierte un poco de tiempo en relajar el cuerpo. No podemos comenzar a meditar con tensiones en nuestro cuerpo, la relajación física es el cimiento donde la meditación se sostiene.
6. Respira regularmente, tanto la inspiración como la expiración ha de ser por la nariz. Puedes concentrarte en un punto de tu nariz o de tu garganta por donde pasa el aire, más frio al entrar, más cálido al salir.
7. Acepta los pensamientos, esto significa que mientras meditas, sobre todo al principio, tu mente divagará con pensamientos de tu día a día, del pasado o proyecciones hacia el futuro. De esta forma te aconsejamos que, dándote cuenta de ellos, los dejes pasar sin hacerles demasiado caso, pues solo son eso, pensamientos.
8. Integra la meditación en tu día a día (Mindfulness). Una de las claves para progresar en la meditación es integrarla de manera progresiva en tu vida. Desarrollar atención plena en algunos momentos en el presente es el mejor camino para lograr esta integración. El modo de integrarla consiste en mantener este estado de concentración mientras realizamos actividades y tareas como practicar deporte, comer, trabajar o estar con nuestra pareja. Por ejemplo, si te gusta correr, puedes concentrarte en las sensaciones internas de tus piernas, en el aire agradable acariciando tu rostro… solo corre; al comer una fruta, concéntrate en saborearla, en cómo masticas un pedazo, en qué sensaciones tienes en la lengua, en toda tu boca, en el frescor de tu garganta, etc.
Profundiza en la meditación
Profundiza en la meditación. Con la práctica sentirás los grandes beneficios de la meditación y te surgirán nuevas cuestiones como: ¿Qué debemos hacer con los pensamientos recurrentes? ¿Cómo podemos mantener la motivación para meditar a diario? o ¿Puedo cambiar la forma de meditar?
Para todas estas cuestiones lo mejor es ponerte en contacto con un profesional que te pueda guiar en la práctica de la meditación a un nivel más avanzado. En PSICO estaremos encantados de acompañarte a descubrir todo su potencial.
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¡Gracias!
David Gilling, Psicólogo y Coach Senior, PS|CO